Buscando entenderlo todo sobre el amor
Una reseña anecdótica de "Todo sobre el amor", de bell hooks
Pueden leer u oír este texto. También pueden hacer ambas cosas al tiempo. Arriba está el audio para que elijan.
Me da risa porque quiero empezar esta entrada como los influencers que empiezan sus videos más virales diciendo “Hey guys! You all know I don't usually talk about this kind of stuff in my channel but…” si hablo de este libro (y quiero hacerlo) sin contextualizar lo que fue su lectura para mí, podría simplemente decirles que lo lean, que es muy bello y que vale la pena.
Así que al grano: empecé a leer este libro al otro día de que mi relación amorosa más larga e importante, hasta ahora, se terminara. Y eso dice mucho, tiene sentido para mí. Era un libro con el que me encontraba siempre que iba a alguna librería, un libro que siempre agarraba, hojeaba y pensaba “¿lo compro o no lo compro?” y nunca lo compré porque siempre había otro más urgente. Hasta que lo compré porque sentí precisamente la urgencia. Salir a buscarlo fue la tercera cosa que hice después de la ruptura (la primera fue llorar y la segunda fue contactar a la que ahora es mi terapeuta).
Hooks dice en la introducción que “es mucho más fácil hablar de pérdida que de amor” (pág. 24) y me pregunto si salir corriendo a buscar este libro fue tal vez una forma de huir de la pérdida. En todo caso tenía claridad de que la pérdida hacía parte del amor, de que estaban en la misma bolsa temática; y lo que sentí fue una necesidad que no daba espera de buscar entender lo que estaba sintiendo, lo que estaba pasando.
Con la necesidad de entender, llegó a mí también la intuición de que estaba empezando a transitar un camino en el que me iba a tener que encontrar con la pregunta por mi amor y, sobre todo, por mi amor hacia mí. Pregunta que hooks agudiza cuando dice que “quererse a uno mismo significa ofrecer a la parte más íntima de nuestro ser la oportunidad de recibir el amor incondicional que uno siempre ha querido recibir” (pág. 92).
Tal vez no hay una cosa tan individual y a la vez tan universal como la experiencia del amor. Bell hooks habla de ese sentimiento desde su propia experiencia de vida y así nos cuenta sobre la carencia de amor en su familia, a pesar de que había cuidado; sobre la ligereza de la palabra amor y cómo otros la han definido; sobre cómo nuestra experiencia amorosa está siempre determinada por la infancia; sobre el amor como un ineludible encuentro con dios/el universo/ la fuente o como le queramos llamar; sobre el amor propio y lo fácil que es elegir el camino del poder en contraposición; sobre el amor de la comunidad y, por supuesto, sobre el amor romántico.
En todos esos temas por los que bell hooks pasa hay una sensación constante que no debería asombrarnos, o que no debería haberme asombrado a mí, pero que apareció como brillante y reveladora -y aquí cito a hooks- “El «amor perfecto» capaz de vencer el miedo no es más que un proceso de refinamiento y transformación en el que se pasa de un estado a otro” (pág. 118). ¡La transformación! Ahí estaba el hilo que yo buscaba el día que salí corriendo a comprar el libro. Parece entonces que no estaba huyendo de nada, sino más bien buscando permanecer en el estado de amor que sentía que me estaba siendo arrebatado en ese momento. Me encontré con las palabras de una mujer que me acompañaba diciéndome que el dolor era parte de la práctica del amor y eso me sacó a una superficie desde la que he podido navegar todos estos meses con calma y paciencia; con mucho respeto por el proceso de duelo.
Para terminar, cito a mi terapeuta que cita a Pessoa desde el recuerdo: “¿Qué tiene que ver contigo el amor que siento por ti? Nada tiene que ver. Ese amor es mío y vive en mí”.
Creo que el libro de bell hooks no es un libro para recomendar a grito herido. Creo que más bien es un libro que lo alcanza a uno cuando es necesario. Es un libro que decide cuándo venir y cuándo ser leído. Es gracias a ese llamado que puede disfrutarse más su lectura. De lo contrario, podría sentirse como un manual de ayuda para quienes buscamos entender la complejidad del amor en momentos en los que tambalea… ¿Y qué hay de malo en eso? Nada. Léanlo cuando quieran.
A lomo de libro,
Natalia